Principios generales de los Derechos Humanos

  • Principio de Universalidad.
    Son universales porque responden a todas las personas ya que sin excepción, todas poseen la misma dignidad humana, no distinguen entre raza, religión, sexo, idioma, nacional, entre otros, y son derechos aceptados por todos los Estados.


    Principio de Interdependencia.

    La palabra interdependencia, por su etimología, conviene definirla como la vinculación que existe entre todos los derechos, puesto que los derechos humanos establecen relaciones mutuas entre ellos. Se entiende que la interdependencia se mide sobre el disfrute de uno o varios derechos y que su existencia va a depender de la realización de uno o más derechos, es decir, para que se pueda ejercer un derecho será necesaria la intervención de otro u otros derechos.

    En relación a este principio, podemos señalar, a manera de ejemplo, que el derecho a la educación tiene aparejada relaciones con los derechos de salud, alimentación, vivienda digna, entre otros, por lo tanto, la protección al derecho a la educación, debe ser garantizada no solo en una determinada categoría, sino que todos los derechos humanos merecen la misma atención y protección.

    Principio de Indivisibilidad.

    Por indivisibilidad, en los Derechos Humanos, se entienden los derechos que no pueden separarse ni fragmentarse unos de otros, ya que de una forma u otra, todos forman una sola construcción. Por ello, en el ejercicio de un derecho o en su afectación, se tendría un impacto en otros derechos. “...La idea central es que la concreción de los derechos solo puede alcanzarse mediante la realización conjunta de ellos”.

    Principio de Progresividad.

    Este principio establece que los derechos humanos no pueden disminuirse o ir en retroceso, sino que solo aumentan y/o progresan en cuanto a su temporalidad, por lo tanto, cada vez que se reconocen más derechos, no pueden desconocerse los ya establecidos y muchos menos impedir su ejercicio.

    La progresividad implica que la efectividad de los derechos humanos no es cuestión de una sola codificación en un tiempo determinado, sea internacional o nacional, sino que con el venir de los años, estos derechos deben mejorar en cuanto a su ejercicio, su protección e incluso reconocer otros, ya que el progreso, por su misma definición, significa avanzar, tener un desarrollo continuo y efectivo.