LOS ARRANCAMIENTOS

LOS ARRANCAMIENTOS 
Los arrancamientos son el resultado de una violenta aprehensión y tracción sobre la piel y tejidos subyacentes de una determinada región anatómica. Aunque su etiología más frecuente es de origen accidental y de ordinario en el ámbito laboral por maquinaria que se suele componer de mecanismos motrices giratorios, no podemos descartar la etiología dolosa. Suelen darse en estos casos sobre apéndices anatómico como pirámide nasal, pabellón auricular o los dedos, principalmente de la mano al ser utilizados como mecanismo de defensa. 
Se localizan por tanto sobre las partes prominentes del cuerpo, casi siempre porciones más dístales, pero no es infrecuente observarlo sobre las glándulas mamarias en este tipo de delitos, con el fin de producir en la víctima una mutilación. 
El mecanismo de arrancamiento se origina por una comprensión de la zona seguida de una violenta tracción. Por esto, en ocasiones solo se produce un desgarro de los planos superficiales y en otros, de todos los planos, originando una avulsión de esta zona. 
Las lesiones por arrancamiento tienen como característica que son de bordes muy irregulares, poco sangrantes. Esta irregularidad viene determinada por la diferente elasticidad de los tejidos sobre los que se actúa, lo que ocasiona que cada uno de ellos se rompa de forma distinta. Los tendones están conformados por un tejido de gran elasticidad, seguido de la piel y el hueso carece prácticamente de ella. 
En ocasiones se produce una lesión en “scalp” al caer la víctima y quedar su cabello sujeto por un punto firme. 

El pronóstico por arrancamiento es muy grave porque aunque, como hemos dicho, sangran poco por el propio mecanismo traumático que ocasiona la obliteración vascular, si que suelen producirse shock. Por otro lado son lesiones anfractuosas con un gran riesgo de infección por contaminación bacteriana. Por último, en el caso de sobrevivir la víctima, es casi seguro la aparición de secuelas principalmente de naturaleza estética presentando en ocasiones lo que se conoce como gran deformidad.