LESIONES POR CAÍDA Y PRECIPITACIÓN

CONCEPTO 
Se entiende por caída, a una súbita perturbación del equilibrio, por momentánea e incorregible desviación del centro de gravedad, con derrumbe del cuerpo sobre el mismo plano que de sustentación. 
Hablamos de precipitación cuando el cuerpo se derrumba sobre un plano inferior al que sustentaba el cuerpo. La diferencia entre caída y precipitación en función de la altura es problemática, pues hay situaciones en los que los límites entre una y otra son mínimos y con ello igualmente resultarían mínimas las características lesivas pero sin embargo cuando hay una clara diferenciación por márgenes de altura notorias, las lesiones se diferencian también claramente. 
Finalmente fue admitida esta diferenciación propuesta por los autores rumanos pero siempre que se tengan en cuenta factores dinámicos que pasamos a describir tanto para la caída como para la precipitación y que marcan sus tipos. 
CAÍDA.TIPOS.
Caída simple. 
Caída acelerada. 
Caída complicada. 
Caída postmortem. 
Caída fásica. 
Caída simple.En su génesis no intervienen más que dos fenómenos, uno la pérdida del equilibrio corporal y el otro la acción de la gravedad. El primero puede ser consecuencia de un tropiezo, empujón, mareo, etc. y el segundo es el responsable del derrumbe del cuerpo sobre el plano de sustentación. Este tipo de caída sorprende al individuo en actitud estática o caminando normalmente. 
Caída acelerada.A los dos factores anteriores se añada un tercer factor en la génesis de las lesiones que es un componente dinámico consecuencia de la energía cinética que se le transmite a la víctima, lo que aumenta la fuerza viva con la que tiene lugar la caída. En definitiva comprende aquellos casos en los que el cuerpo cae impulsado por una fuerza que lo proyecta sobre el plano de sustentación. 
Caída complicada.Puede ser una caída simple o acelerada, pero en la que el plano sobre el que cae el sujeto tiene unas características que agrava las lesiones producidas, más allá de lo que cabía esperar, así ocurre cuando cae sobre elementos salientes del suelo, esquinas, elementos incandescentes, calderos con agua hirviendo, etc. 

Se comprende que nos vamos a encontrar con lesiones, por un lado, consecuencia de la caída y por otro, como consecuencia del tipo de plano sobre el que impacta.
Caída mortal o caída póstuma.Es la provocada por cualquier afección o violencia mortal súbita que sorprende al sujeto, haciendo que se derrumbe el cuerpo sobre el suelo. 
Caída fásica.En este caso la caída es una fase más dentro de un complejo lesivo. 
PRECIPITACIÓN.TIPOS 
La precipitación, hemos dicho, es la caída del cuerpo desde el plano que lo sustentaba a uno inferior. En la precipitación la energía liberada en el momento del impacto se trasmite a todo el cuerpo, con lo cual los efectos lesivos se generalizan, dando lugar a un cuadro lesivo que afecta prácticamente todos los sectores corporales. 
Se pueden dividir al igual que caída en: 
Precipitación simple. 
Precipitación acelerada. 
Precipitación fásica. 
Precipitación complicada. 
Precipitación postmortal. 
La precipitación simple, es aquella en la que el cuerpo cae a un plano de sustentación inferior al que se encontraba, con caída libre y aceleración por acción de la gravedad. 
La precipitación acelerada, se produce cuando el cuerpo inicia caída a un plano inferior con una velocidad superior a cero, como puede ser el ser empujada por un precipicio. La energía cinética que se transmite al cuerpo para precipitarse hace que en su inicio el cuerpo ya vaya acelerado. 
La precipitación fásica, es un acontecimiento o una fase más de un mecanismo complejo lesivo como es el caso de un accidente de tránsito donde el vehículo dentro de las diferentes fases de ese accidente, se precipita por un puente. 
La precipitación complicada, ocurre cuando el plano inferior sobre el que va a impactar el cuerpo agrava la lesión o por sus características particulares actúa como coadyuvante de la muerte. 
HALLAZGOS LESIVOS EN LA CAÍDA 
En la caída simple, las lesiones suelen ser de escasa consideración y su localización va a depender de que la caída sea anterior, posterior o lateral y de si la persona ha usado los miembros superiores como medio para amortiguarla. 
En las caídas simples anteriores, las lesiones suelen localizarse en las palmas de la mano, siendo típica la fractura de Colles o las fracturas de antebrazo así como las erosiones - excoriaciones en las rodillas. Cuando a la víctima no le ha dado tiempo a poner las manos, las lesiones suelen localizarse en la cara con heridas en mentón, perdidas de piezas dentarias, golpes frontales. Cuando la caída es lateral las lesiones las vamos a encontrar también en las manos y en los hombros, pueden originarse fracturas de clavícula, luxaciones de hombro y roturas de los ligamentos acromioclaviculares entre otras. 
En las caídas de espalda, las lesiones suelen afectar al cóccix o al sacro si se cae en posición de sentado. Son más graves las lesiones en el polo occipital, sobre todo si en el plano de caída hay superficies salientes. 
En las caídas aceleradas, las lesiones aumentan en gravedad con respecto a la caída simple.Por la energía cinética transmitida al cuerpo se hacen manifiestas lesiones en los planos profundos al no agotarse la energía en los tejidos o en planos superficiales. Además de lesiones en la piel, las consecuencias se manifiestan en estos planos profundos en forma de contusiones viscerales, y fracturas de huesos como el fémur, el humero, etc. 
Las características de las caídas fásicas, van a depender de la forma en que se produzca y del agente causal que las origine, como es el caso indicado del atropello. 
En las caídas complicadas, las lesiones van a depender del medio sobre el que se produzca las mismas, si es sobre un fuego o superficie incandescente aparecerán quemaduras de diverso grado y en el caso de caídas sobre superficies en las que existan bordes, esquinas o salientes las lesiones más graves coincidirán con el impacto con estas. 
En las caídas postmortales, las lesiones encontradas son similares a las de las caídas simples, con la diferencia respecto a estas de que no suelen existir en el cadáver erosiones – excoriaciones en manos al no apoyarlas para su amortiguación y no suelen existir. La reacción vital que suele faltar o ser muy débil. 
Los principales mecanismos de muerte que intervienen en la caída son las lesiones craneoencefálicas concretamente las contusiones cerebrales, fracturas craneales, y hemorragias meníngeas. 
HALLAZGOS LESIVOS EN LA PRECIPITACIÓN 
La característica fundamental de las lesiones por precipitación es la desproporción en cuanto a la levedad de lesiones externas frente a los intensos destrozos internos. Piel intacta o poco afectada y lesiones internas muy graves, que consisten fundamentalmente en fracturas de huesos y roturas de partes blandas, sobre todo, de vísceras, ofreciendo las más variadas combinaciones. Esta síntesis nos da un punto de partida para la descripción del cuadro lesivo de la precipitación, dividiéndolo en tres apartados: 
lesiones cutáneas. 
lesiones esqueléticas. 
lesiones viscerales.
Lesiones cutáneas 
En la precipitación suele observarse la integridad total, o casi total, de la piel, ya que por su elasticidad puede ofrecer resistencia a las lesiones. Las escasas lesiones que encontramos en la piel consisten en hematomas, excoriaciones y heridas contusas; estas últimas, a menudo, de reducidas dimensiones. En la mayor parte de los casos consisten en heridas contusas que se producen de dentro afuera por los fragmentos irregulares resultantes de las fracturas óseas. 
Si en la precipitación tropieza el cuerpo contra algún obstáculo elástico (ramas de árboles, telas distendidas), pueden disminuirse los efectos de la caída de altura. 
Lesiones esqueléticas 
Las lesiones óseas de la precipitación son variables, permitiendo distinguir tres tipos traumatológicos: 
Precipitación sobre la extremidad superior del cuerpo. 
Precipitación sobre la extremidad inferior del cuerpo. 
Precipitación lateral sobre toda la longitud del tronco. 
Precipitación sobre la extremidad superior del cuerpo.Cuando es la cabeza la que impacta con el suelo se producen principalmente lesiones craneoencefálicas. Son muy características de este tipo las fracturas por estallido del cráneo (fractura en “saco de nueces”), acompañadas en ocasiones de salida de masa encefálica y hemorragias meníngeas y encefálicas, que suelen ser muy intensas. 
También suelen producirse lesiones vertebrales, como veremos más adelante. 
Precipitación sobre la extremidad inferior del cuerpo.En las caídas de altura sobre las nalgas o sobre los pies prevalecen las lesiones óseas de las extremidades inferiores, fracturas de los calcáneos, de los tobillos, hundimientos de los cóndilos y mesetas tíbiales y de la pelvis. Resulta especialmente característica la perforación de las cavidades cotiloideas con hundimiento de la cabeza femoral, que penetra en la pelvis. Suelen acompañarse de fracturas hundimientos o en cuña de las vértebras. 
Tanto en la precipitación sobre el extremo superior, como sobre el inferior del cuerpo, pueden producirse por mecanismo indirecto fracturas craneales circunscritas alrededor del orificio occipital, pero éstas son más frecuentes en las caídas sobre los pies, al transmitirse, a lo largo de la columna vertebral, el impacto del choque que produce finalmente el hundimiento de un fragmento del occipital. 
Las luxaciones y fracturas de las vértebras, se acompañan en general de lesiones graves de la médula espinal. Particular importancia tienen las fracturas por aplastamiento. Los cuerpos vertebrales sufren una fuerte compresión, mientras la columna, hace una flexión forzada. 
Se aplastan más fuertemente hacia delante que atrás, con lo que toman una forma de cuña de vértice anterior. Estas fracturas pueden acompañarse de luxaciones, y en tales casos las lesiones medulares son la regla. 
Precipitación lateral del cuerpo.En las precipitaciones sobre toda la longitud del cuerpo son típicas las fracturas de muchas costillas. No son raras tampoco las fracturas vertebrales. 
A estas lesiones se añaden, lesiones de las extremidades, de los huesos craneales, de la pelvis, etc. 
Cualquier zona del cuerpo que impacte en primer lugar, traslada la energía al resto por lo que las lesiones pueden aparecer en cualquier lugar. 
Lesiones viscerales 
En todas las modalidades de precipitación son particularmente frecuentes las roturas de vísceras torácicas y abdominales. Las más habituales son las roturas del hígado, del bazo y del encéfalo, las roturas de los pulmonares, y las contusiones de riñones . 
Las roturas del hígado consisten normalmente en agrietamientos, desgarros lineales por lo general localizados en la cara superior. Las del bazo son auténticos estallidos. Ocurren asimismo, roturas de corazón, por enclavamiento del esternón y desgarros de aorta y pulmón en este caso por lesión de las costillas, cuyos fragmentos serían los agentes directos del desgarro. 
En cuanto a las vísceras huecas, y más precisamente la vejiga y el estómago, todos los autores están de acuerdo en la posibilidad de su estallido si están llenas, en estado de plenitud. 
A consecuencia de la sacudida a todo el cuerpo, un órgano se proyecta violentamente y tiende a dejar su alojamiento natural desplazándose hacia otros órganos o las paredes de las cavidades, a la vez que permanece retenido por sus medios naturales de fijación. De este conflicto entre fuerzas opuestas resultan lesiones traumáticas características, apreciables a nivel de los hilios o puntos de fijación de las vísceras. 
Otro mecanismo de producción de estas lesiones es el de rectificación de curvaturas de las vísceras afectadas. 
Las lesiones viscerales se suelen acompañar de intensas hemorragias internas, que a menudo son rápidamente mortales. Las graves lesiones del sistema nervioso explican también en muchos casos la muerte instantánea en la precipitación. 
Podemos resumir, por tanto los mecanismos de muerte de la precipitación en: 
Hemorragia interna, debida a las roturas de vísceras. 
Hemorragia cerebral y meníngea, así como lesiones cerebrales por contusión. 
Lesiones medulares y bulbares, a través de las fracturas vertebrales. 
Shock traumático.
PROBLEMAS MÉDICO FORENSES 
Los problemas médico forenses se centran en establecer: 
Diagnóstico de muerte violenta. Tanto la muerte por caída como por precipitación son muertes violentas. 
Etiología Médico Legal homicida, suicida o accidental. 
La etiología accidental se puede dar en cualquiera de las formas de caída no siendo posible la etiología médico legal suicida. 
La etiología médico legal homicida se puede enmarcar en las caídas aceleradas y las caídas complicadas. 
Las caídas aceleradas se producen cuando el agresor empuja o lanza a la víctima con gran violencia. En ocasiones, pueden ser repetidas y formar parte junto a otros elementos lesivos de una extrema violencia que finalice en la muerte por lo que conjuntamente con las lesiones propias de caída acelerada se encuentran lesiones de otros mecanismos lesivos. 
La precipitación como mecanismo de muerte homicida, precisa que entre la víctima y agresor, exista una importante desproporción de fuerzas, superioridad física muy manifiesta por parte del agresor o que sean varios los agresores para reducir a la víctima y tirarla, por ejemplo a través de una ventana. En estos casos, salvo que estuviera privada de razón, embriaguez, etc. será posible encontrar lesiones de defensa y lucha. Si estuviera aturdida por lesión previa, serán perceptibles esas lesiones por lo que habrá que diferenciarlas de la precipitación. 
Siempre cabe la posibilidad de precipitación homicida por sorpresa, en cuyo caso no se encontrarán más lesiones que las de la precipitación. 
En todo caso, los signos de defensa y lucha se buscarán minuciosamente, no sólo en el cadáver, con especial atención a sus manos y uñas, en las que pueden quedar restos de pelos, de la epidermis o de la vestimenta del agresor, sino también en sus ropas, que pueden presentarse alteradas o desgarradas. 
La posibilidad de que nos encontremos ante el hecho de la precipitación de un cadáver, para disimular un homicidio por otro mecanismo, puede ser planteada ante la existencia de alguna lesión que no se explique por el hecho de la precipitación. Teniendo esto presente, el diagnóstico diferencial se basará en que: 
Las lesiones encontradas no tienen signos de reacción vital. 
Se encuentran las lesiones que realmente han producido la muerte. 
La causa de la muerte. 
La forma rápida o lenta de producirse. Fundamentalmente se establecerá a través e los signos de agonía 
La necroidentificación. Generalmente no es muy problemática pues no llega a la desfiguración del cadáver y en todo caso se podrá obtener huellas dactilares o realizar pruebas de ADN. 
La identificación del agresor o agresores, mediante los restos de pelos y células que hayan podido quedar en las ropas o uñas de la víctima al defenderse.