Ensayo Síndrome de Estocolmo


EL SINDROME DE ESTOCOLMO

Planteamiento del problema
El síndrome de Estocolmo es una reacción psíquica en la cual la víctima de un secuestro o una persona retenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con quien la ha secuestrado, en ocasiones los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar sus fines o evadir a la policía.
Estocolmo es un trastorno en el cual la persona retenida tiene aprecio hacia el secuestrador que las maltrata o las lastima, aunque algunas personas posen esto pero ellos no se dan cuenta o simplemente no saben a lo que se refiere.
Las personas que son más frecuentes o tienden a esta clase de situaciones son las mujeres y llaman mucho la atención ya que en los hombres es muy bajo el índice.
Justificación
Me llama mucho la atención mucho este tema porque se da mucho el maltrato en diferentes formas y esto las personas lo ven normal sin saber que es un trastorno, también es un reto para rescatar valores.
La difusión de la información beneficia a los jóvenes y adultos para la prevención de este síndrome, de manera que los medios o lectores al tener el conocimiento de este problema logran identificar para evitar procederlo, estos problemas pueden encontrarse en relaciones familiares, donde el maltrato puede ser del marido o esposo, novio o madre o simplemente cualquier otra que tenga una posición de control o autoridad.
Objetivo General
Desenvolver con una gran amplitud el tema del síndrome de Estocolmo, para que los lectores de esta investigación logre identificar cueles son los síntomas, tendencias y características principales que tanto las víctimas tienen así como los agresores y a su vez poder explicar en la investigación en que consiste este síndrome y de qué manera se puede prevenir para evitar seguir con la agresión y el fin total de esta investigación es contribuir en nuestra sociedad creando una cultura de la no agresión y el respeto.
Objetivo Particular

v Identificar porque el amor al agresor.

v Tratamiento para el síndrome de Estocolmo.

v Identificar conductas específicas de un agresor.

v Como surge el trastorno.

INDICE

Introducción…………………………………………………..................
Historia del síndrome de Estocolmo ………………………………….
Causas del síndrome ……………………………………………………
Pequeños Gestos de Amabilidad………………………………………….
Porque la persona se enamora de su agresor…………………………
Cómo saber si sufres del Síndrome de Estocolmo………………………
Cómo se trata el síndrome de Estocolmo……………………………….
Prevención……………………………………………………………….
Historias reales del síndrome de Estocolmo………………………….
INTRODUCCION
Síndrome de Estocolmo es algo que la víctima de un secuestro observa, siente y cree que es razonable que sea de esa manera, sin darle mayor notabilidad a la identificación misma ni sentirla como tal. Solamente los que lo ven desde fuera podrían encontrar ilógico el que la víctima defienda o adopte actitudes para disculpar a los secuestradores y justificar los motivos que tuvieron para secuestrarlo. Para que se pueda desarrollar el Síndrome de Estocolmo los expertos del tema aseguran que es necesario que el secuestrado no se sienta agredido, violentado ni maltratado. De lo contrario, el trato negativo se transforma en una barrera defensiva contra la posibilidad de identificarse con sus captores y aceptar que hay algo bueno y positivo en ellos y sus propósitos. Si los ex secuestrados califican las condiciones de secuestro y el trato recibido como frágil, impiden el desarrollo del Síndrome. En un secuestro, los intentos de manipulación son frecuentes, en casi todos los casos los secuestrados fingen para poder sobrevivir.
La esperanza de vivir no solamente se expresa en los comportamientos y actitudes condescendientes. Algunos recuren a la simulación de enfermedades o a la dramatización de algunas ya existentes, con el objeto de manipular a sus secuestradores para lograr un trato más considerado, o simplemente para sentir que tienen algún control sobre la situación, y sobre ellos. Fingir un infarto, un ataque epiléptico o exagerar una deformación física es frecuente. En últimas, cuando el secuestrado logra el objetivo de poner en su favor algunos sentimientos de los secuestradores y obtiene respuesta que los benefician de esa manera, conjura la posibilidad de morir durante la sumisión o aproxima la probabilidad de obtener la liberación.

Historia del Síndrome de Estocolmo
En 1973, se produjo un robo en el banco Kreditbanken de la dicha ciudad. Los delincuentes tomaron como rehenes a cuatro personas de los ocupantes de la institución durante seis días. Tres mujeres y un hombre fueron retenidos, pero una de las prisioneras se resistió al rescate. Otras versiones indican que esa mujer fue captada por un fotógrafo en el momento en que se besaba con uno de los delincuentes. Lo curioso es que los cuatro rehenes se negaron a colaborar con el juicio legal posterior, argumentando que se sentían “más seguros con los captores que de la policía.
 El rehén y/o la víctima tiene como meta salir ileso del incidente, por ello coopera con su captor, el cual también persigue el mismo objetivo.
Los rehenes tratan de protegerse, en un contexto de situaciones que les resultan incontrolables, por lo que tratan de cumplir los deseos de sus captores.
Los delincuentes se presentan como protectores ante los rehenes para evitar un ascenso de los hechos. De aquí puede nacer una relación emocional de las víctimas por agradecimiento con los autores del delito.
La base de la historia de desarrollo personal, puede verse el acercamiento de las víctimas con los delincuentes, una reacción transcurrida la infancia. Un niño que percibe el enojo de sus padres, sufre por ello y trata de “comportarse bien”, para evitar esa situación; esta actitud refleja puede reactivarse en una situación extrema.
La pérdida total del control que sufre el rehén durante un secuestro es difícil de asimilar. Se hace más soportable para la víctima convencerse a sí misma que lo que le sucede tiene algún sentido, lo cual puede llevarla a identificarse con los “motivos” del autor del delito.


1.1 Causas del síndrome
El síndrome de Estocolmo puede parecer curioso a primera vista. La literatura menciona varias posibles causas para tal comportamiento:
Ø  Tanto el rehén o la víctima como el autor del delito persiguen la meta de salir ilesos del incidente, por ello cooperan.
Ø  El rehén trata de protegerse, en el contexto de situaciones incontrolables, en las cuales tratan de cumplir los deseos de sus captores.
Ø  Los delincuentes se presentan como benefactores ante los rehenes para evitar un aumento de los hechos. De aquí puede nacer una relación emocional de las víctimas por agradecimiento con los autores del delito.
Ø  Con base de la historia de desarrollo personal se puede ver el acercamiento de las víctimas con los delincuentes, una impresión en la edad infantil. Un infante aprende que uno de los padres está enojado, aunque sufre por ello, puede tranquilizarlo por el desvanecimiento de los comportamientos “malos/enojados” y como prueba contraria trata “comportarse bien”, puede activar este reflejo en una situación extrema.
Ø  La pérdida total del control, que sufre el rehén durante un secuestro, es difícil de digerir. Se hace soportable en el que la víctima se trata de convencer a sí misma, ya sea por su propia voluntad, por ejemplo: se identifica con los motivos del autor del delito.
1.2  “Pequeños Gestos de Amabilidad”
En situaciones amenazantes y de supervivencia, buscamos una evidencia de esperanza - algún signo menor de que la situación podría mejorar. Cuando un abusador o controlador le muestra a la víctima algunos pequeños gestos de amabilidad, aunque de todos modos sean para beneficio de los abusadores, la víctima interpreta esos pequeños gestos de amabilidad como una característica positiva del captor. En las situaciones delictivas o de toma de rehenes durante la guerra, permitirle a la víctima continuar con vida es, con frecuencia, un gesto suficiente. Algunos actos mínimos, como permitirle ir al baño o proporcionarles agua o comida, son suficientes para reforzar el Síndrome de Estocolmo en los casos de rehenes tomados por delincuentes.
En una relación con un abusador, una tarjeta de cumpleaños, un pequeño regalo o presente (habitualmente ofrecido luego de un periodo de abuso), o un tratamiento especial, no sólo se interpretan como algo positivo, sino como una evidencia de que el abusador no es “tan malo” y, quizás, en algún momento, pueda corregir su comportamiento. Frecuentemente, a los abusadores y controladores se les da el crédito positivo de no abusar de su pareja, en los casos en que la pareja hubiera sido, normalmente, objeto de abuso verbal o físico, bajo ciertas circunstancias. Normalmente, una pareja agresiva y celosa puede volverse intimidante o abusiva en ciertas situaciones sociales, como cuando un compañero de trabajo del sexo opuesto le saluda con su mano en medio de una multitud. Después de ver el saludo, la víctima espera ser agredida verbalmente y cuando esto no sucede así, ese “pequeño gesto de amabilidad” es interpretado como un signo positivo.

¿Porque la persona se enamora de su agresor?
En un principio porque para la víctima es una estrategia de supervivencia. Al mostrarse complaciente, tranquilo, colaborador, y manifestando aprecio por el agresor puede significar que tiene una posibilidad de salir de la situación. Si hago caso, me porto bien, seré recompensado y me dejará ir o al menos me tratará bien. Por ello también es importante el tiempo que la víctima ha estado en esa relación enfermiza. Cuanto más tiempo haya estado expuesta a la situación de maltrato, más difícil le será poder tomar distancia y recomponerse como persona.

2.1 ¿Cómo saber si sufres del Síndrome de Estocolmo?
Si tienes sentimientos positivos como el apoyar, amar o defender a la persona que te hace daño.
Si crees que las personas que critican a tu agresor están equivocadas o reniegas de ellas
Si justificas las conductas de tu abusador
Si la relación es desigual y está basada en la amenaza
Si sientes que corres riesgo
Si sientes que tu agresor te ama a pesar de lo que te hace
Si experimentas una fuerte necesidad de saber de él
Si tienes la sensación de no poder vivir sin su presencia
Si justificas a tu agresor por su pasado traumático o tu mal proceder
Si crees que la culpa de sus agresiones o peleas es tuya
Si estás cada vez más aislado/a
Si sientes que aunque quisieras no podrías cortar la relación
Si tienes la sensación de estar perdido/a o anulada/o como persona (ya no saber que te gusta, que te apetece, cómo eres, que piensas, etc.)

¿Cómo se trata el síndrome de Estocolmo?
A menudo, tras un secuestro donde la víctima desarrolla el síndrome de Estocolmo, la separación de ésta de su captor, puede ser muy difícil y dolorosa; seguramente sienta un vacío interior que le resultará complicado suplir los primeros días tras el secuestro.
Los expertos aconsejan tratar este síndrome con una terapia intensiva, repleta, sobretodo de todo el apoyo y el amor de la familia de la víctima. En algunos casos pueden pasar varios años hasta que la persona que ha sufrido y desarrollado el síndrome de Estocolmo acabe superándolo. Son vínculos increíblemente complicados de deshacer.

3.1 Prevención
Prevención del síndrome de Estocolmo, en el nivel de la sociedad en general incluye un mayor desarrollo de habilidades de intervención en crisis por parte de la aplicación de la ley, así como las estrategias para prevenir el secuestro o toma de rehenes incidentes en el primer lugar. Prevención a nivel individual es difícil a partir de la década de 2000 porque los investigadores no han sido capaces de identificar todos los factores que pueden poner a algunas personas en mayor riesgo que otros y, además, no están de acuerdo sobre los mecanismos específicos psicológicos implicados en el síndrome de Estocolmo. Algunos consideran el síndrome como una forma de regresión (volver a los patrones infantiles de pensamiento o de acción), mientras que otros se explican en términos de parálisis emocional (“miedo congelado”) o la identificación con el agresor.
Principalmente la psicoterapia la cual va hacer entender al paciente que los pensamientos de bondad hacia alguien que le ha hecho mal tanto a él como a su familia están fuera de lugar.
Estos pacientes suelen presentar síndrome de estrés post traumático, por lo que deben ser tratados con antidepresivos y tranquilizantes.
Es importante destacar que en aquellos casos de secuestros prolongados es más posible que la víctima y su secuestrador desarrollen lazos afectivos debido a la cantidad de tiempo compartido, y más aún si la víctima no reciba malos tratos esta tiende a confundir un trato digno con un trato amoroso.


3.2 Historias reales del síndrome de Estocolmo
Las víctimas de secuestro, violación o maltrato pueden llegar a sufrir algunos episodios postraumáticos como el denominado síndrome de Estocolmo. Se trata de un trastorno mental transitorio que provoca una reacción psicológica empática y de complicidad con el agresor llegando, incluso, a ser un obstáculo en la operativa de liberación.
UN ATRACO: EL ORIGEN DE LA DENOMINACIÓN
El 23 de agosto de 1973, el Banco de Crédito de Estocolmo fue asaltado por un solo hombre, Jan Erik Olsson. El atracador tomo cuatro rehenes y los amenazó de muerte durante todo el atraco para conseguir su propósito. Sin embargo, lo sorprendente fue que los rehenes impidieron a toda costa la captura de su secuestrador posicionándose en contra de los agentes. Así fue como el psiquiatra asesor de la policía sueca acuñó el término.
NATASCHA: UNA ESCLAVA ESCONDIDA EN UN ZULO
La niña austriaca de 10 años fue secuestrada a la salida del colegio por un ocioso heredero millonario. El raptor la retuvo durante 8 años en un zulo hasta que finalmente pudo escaparse. Posteriormente el captor se suicidó lanzándose a las vías del tren. Cuentan que la joven lloró cuando supo de su muerte e incluso encendió una vela por él.
PATRICIA HEARST Y LA CAUSA DE ROBIN HOOD
Heredera del imperio de comunicación americano, fue secuestrada por el Ejército Simbiótico de Liberación, un grupo revolucionario de izquierda. El padre de la secuestrada pagó un rescate de 6 millones de dólares que los raptores destinaron a los pobres. Sin embargo, su hija nunca fue liberada al unirse a la causa rebelde. Fue encarcelada tras el asalto al banco Hibernia de San Francisco y liberada 22 meses después al aceptarse el alegato de estar bajo el síndrome de Estocolmo.
Colleen Stan: su vida en una caja
Tenía 20 años cuando fue secuestrada mientras hacía auto stop por una pareja con un bebé. Permaneció 7 años en casa de sus raptores bajo amenaza de estar vigilada por la Sociedad de Esclavos para la que había firmado un contrato vinculante de esclavitud. La joven habitaba 22 horas al día en una caja de madera debajo de la cama del matrimonio. Con los años se le permitió tener un trabajo de recepcionista. La pesadilla acabó cuando la esposa, víctima anterior de su marido, le contó toda la verdad. Colleen regresó a su casa paterna y Cameron Hooker fue condenado a 104 años de cárcel. Su esposa consiguió inmunidad judicial por testificar contra él.