La Documentoscopía aplica los conocimientos, métodos y técnicas con objeto de
estudiar y establecer la autenticidad o falsedad de todo tipo de documentos con
escrituras cursivas, de molde, mecanográficas, o de imprenta, haciendo probable
la identificación de los falsarios.
En la fotografía para poder situar al Juez y al criminalista en el lugar de los
hechos, la técnica policíaca recurre a la ciencia-arte de la fotografía, como un
testimonio vívido, nunca a destiempo, es una pieza de convicción, que redondea y
certifica: “la parte del laboratorio”. La fotografía además de interpretar una
realidad, traduce sus emociones de las imágenes; nos enmarcará sitios y lugares
para nuestra observación fría y sin la presión del momento, nos dará la
oportunidad, de regresar al lugar del suceso, las veces que nosotros deseemos,
con solo hojear nuestro material fotográfico. Y la fotografía forense es el arte de
fijar y reproducir por medio de reacción fisicoquímica, en superficies
convenientemente preparadas, las imágenes relacionadas con presuntos hechos
delictuosos, evidencias y/o presuntos delincuentes, recogidas en el fondo de una
recamara oscura.